Crónicas de supervivencia femenina

Ó de cómo ser mujer fatal y no morir en el intento...

Cobardes

¡Somos tod@s un@s cobardes! Menuda novedad, no?

En términos de relaciones personales, creo que en general ellos lo son más que nosotras, pero estoy convencida que no estamos tan lejos como creíamos...
Hemos aprendido mucho en los últimos años y ya casi tenemos excusas para todo...¡se diría que estamos aprendiendo de ellos! Pero aunque la mayoría de las veces comparto el hecho de aprender de las "técnicas masculinas" en otros aspectos no tanto. Si realmente queremos ser dueñas de lo que nos ocurre, debemos ser lo suficientemente valientes como para enfrentarnos a la realidad de lo que pensamos y sentimos.

¿Por qué les damos tantas largas a los chicos que no nos interesan realmente? La mayoría de las veces, ellos no lo hacen, simplemente desaparecen sin dar ni una explicación...de nuevo, cobardes! Pero el que nosotras no les digamos que no tienen nada que hacer no nos convierte en más valientes. Seguro que todas tenemos historias de alguna cita que no tenía que haber ocurrido jamás y de cientos de excusas para que no se repitiera...me equivoco? Si eres capaz de decir a tiempo que no quieres nada con esa persona es posible que pierdas un pretendiente pero que ganes un amigo...

Por contra, ¿por qué cuando alguien sí nos interesa tampoco somos capaces de decirlo claramente? Obviamente no se trata de lanzarse al cuello del que nos vuelve loca porqué para eso somos mucho más hábiles en "lanzar las señales" adecuadas, ver qué mensaje nos llega a cambio y si procede, seducirle del todo. Por muy claras que sean esas señales siempre llega un momento en que se impone la sinceridad porque sino podríamos echar por el suelo todo lo anterior y ahí es cuando tendemos a acobardarnos...porque ya nos han hecho daño otras veces, porqué no queremos sufrir más, porqué si decimos lo que sentimos nos volvemos vulnerables, etc.
Pero, ¿tan poca confianza tenemos en nosotras mismas que no sabríamos discernir si merece la pena "tirarse a la piscina"? Yo creo que sí pero a pesar de eso, seguimos siendo unas cobardes...
Lo peor de todo es que ser cobardes en las relaciones personales nos afecta en todos los ámbitos, no sólo con las parejas, y la mayoría de las veces, nos generamos auténticos embrollos por no ser capaces de afrontar la realidad de una forma más sincera.
Como dice la canción: "...yo no quiero cobardes que me hagan sufrir..."


Al menos si te ocurre lo mismo que en la viñeta, ya sabes a qué atenerte, ¿verdad? ;)

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Adict@s a Casandra

Un poquito sobre mi

Mujer, treintañera, soltera, immune a los hombres, adicta a la moda, deportista y socialmente hiperactiva...En definitiva, una superviviente en los tiempos de crisis sentimentales y de relaciones esporádicas.

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