Crónicas de supervivencia femenina

Sé que es un título un poco largo pero la historia lo merece. El título original era "Sobre citas espeluznantes y deprimentes" pero lo cierto es que otro le hace mucha más justicia. Hoy es mi cumpleaños y ayer noche lo celebré con las mejores riéndome tanto de esta historia, que me he visto obligada a compartirla con tod@s vosotr@s.
Hay citas de todo tipo. Eso lo sabemos tod@s. Pero espeluznantes y deprimentes al mismo tiempo son una variedad poco común aunque pueden darse y sino, ¡seguid leyendo y ya me diréis!
Chica guapa e inteligente conoce a chico, aparentemente guapo y también inteligente. Empiezan a cruzarse mails. Primero de una forma inocente y luego con cierto interés, sobretodo muy poco desimulado por parte de él. El chico aprovecha una viaje de trabajo para proponerle una cita (hasta aquí nada demasiado raro,no?) peeeeeeeero entonces aparece

en escena

el jefe de él y automáticamente se convierte en cita doble...¡Yo no me lo creía pero así fue!
Al día siguiente,las palabras textuales de mi amiga fueron:

¡¡E-S-P-E-L-U-Z-N-A-N-T-E!!¡La peor cita de mi vida!

Madrileño engominado a lo Mario Conde, orejones impresionantes, pañuelo en el bolsillo de la americana y mi amiga con cara de pánico preguntándose:

...¿pero qué he hecho? ¿qué hago aquí?...y qué orejas tan grandes!!!

Ayer me reía pero tengo que decir que no parecía para nada una situación agradable...Para rematar el chico simpático y el jefe parecían llevar alguna copa de más y uno no paraba de decir

¡Qué nervios, qué nervios!

y el jefe se hacía el interesante hablando de música y cine de culto y soltando barbaridades como si estuviera dando clases de cultura general a dos adolescentes...un planteamiento totalmente equivocado si pretendía ligar!
Ante semejante panorama la única alternativa era...¡¡huir!!

...¡Uy qué tarde se ha hecho! ¡Y yo tengo una reunión mañana a primera hora!

y salieron corriendo...pero a un bar de copas!!!
Si la cita freaky no había sido suficiente para mi amiga, entonces se presentó un argentino psicópata empeñado en hacerle creer que era tan bueno como ella hablando en catalán. Ella no lo dudó ni un sólo segundo pero al argentino debió parecerle poco convincente y creyó percibir dudas en las respuestas de mi amiga así que se sintió muy ofendido. La cosa llegó hasta el punto de encontrarse discutiendo sobre las habilidades lingüísticas del chico y eso desesperó a mi amiga...

- ...Pero, ¿qué hago discutiendo contigo?
- Mmm...no sé! Si quieres me voy...
- Pues sí! Mejor vete!

Y con cara de no entender nada se marchó el argentino psicópata.
Cuando por fin parecía que podría disfrutar de la noche tranquilamente aparece otro chico diferente...

- ¡Pero qué pelo taaaan bonito! ¡Qué reflejos!
- ¡¡¿¡Quéééé??!!
- Que me encanta tu pelo: tan suave, tan liso, tan largo, tan brillante...
- ¡¡Aaaahhhh!! ¡Gracias!

Mi amigas se cruzaron las miradas y con ese sexto sentido femenino que tanto nos caracteriza, ambas comprendieron que era hora de salir de aquel lugar.
Parecía que esa noche estaba destinada al fracaso en materia de flirteo así que mi amiga decidió no intentar contactar de nuevo con nadie del sexo opuesto...se habían convertido en marcianos para ella. ¿Ó quizás ella era la marciana y no entendía en qué planeta extraño se encontraba?
Como os podéis imaginar, nos estuvimos riendo de esta historia durante bastante rato y acabamos con lo de

No tendremos novio pero por lo menos tenemos amigas para reírnos

Y seguiremos así: riéndonos de todas las citas desastrosas que tengamos que sufrir hasta que llegue una que no lo sea...
¿Ocurrirá algún día en el planeta de marcianos y marcianas?