Crónicas de supervivencia femenina

Últimamente me parece sorprendente encontrar más hombres que mujeres con ganas de tener una relación estable. Y digo sorprendente porque existe esa leyenda negra de que somos nosotras las que andamos a la caza desesperada de un hombre al que "atrapar" para siempre... ¡¡Sólo de escribirlo me muero de la risa!! Bueno, pues parece que las tornas han cambiado un poco y ahora son ellos los que andan buscando a la mujer ideal. No hace mucho topé con uno de estos hombres y creedme si os digo que sentí ganas de salir corriendo...y sino ya me lo diréis vosotr@s!
Conocí al hombre en cuestión a través de una amiga y la verdad es que me cayó muy bien des del principio y me hacía reír, cosa que suelo valorar muy positivamente peeeerooo...(siempre hay algún "pero") lo cierto es que es la perfecta representación de lo que no me gusta en los hombres: nada deportista, absolutamente descuidado con su alimentación, fumador compulsivo, adicto a la vida nocturna, etc. En definitiva, todo lo contrario a mí. Y a pesar de todos estos factores en su contra, hubo un momento en que los olvidé de golpe, me dejé llevar por su simpatía y encanto hacía mí y me vi enrollándome con él una noche loca. Hasta aquí todo es de lo más normal, no? Quién no ha tenido un rollo de una noche con la persona más inesperada?
Bueno, pues precisamente el problema estuvo en una "pequeña" diferencia en cuanto al significado de lo que había pasado esa noche. Pero no os penséis que detecté el error al día siguiente...no!! Me estalló en la cara a los dos minutos!
Se acercaba fin de año y era pregunta obligada...:

- Bueno guapa, ¿qué planes tienes para la noche de fin de año?
- Pues supongo que organizaremos algo con mis amigas aunque todavía no tenemos nada claro.
- ¡Ah!¡Genial! Un amigo mío organiza una fiesta en Florencia con más amigos y sus parejas. ¿Compro los billetes mañana cariño?
- ¡¡¿¿Cómo??!! ¡¡No, no!!¡Ni se te ocurra! Yo prefiero quedarme con mis amigas...
- Bueno, no hay prisa. Ya lo decidiremos.

Ya os podéis imaginar mi cara de alucine. No hacía ni 5 minutos que me había dado el primer beso y ya quería irse a Florencia conmigo y sus amigos. Algun@s pensaréis:

¡Qué romántico!

Y no digo que no lo fuera pero no me negaréis que era terriblemente precipitado!!
Pues aquello sólo era el principio. Al día siguiente quedamos para ir al cine y frente a la puerta nos encontramos una pareja que eran amigos suyos. Nos pusimos a hablar y surgió el tema de su inminente mudanza a un piso nuevo y entonces...:

- Oye, ¿y cuando te mudas al piso nuevo?
- Pues en cuanto esté pintado y tenga los muebles. Mañana tenemos (refiriéndose a él y a mi) que ir a escoger cuadros y poca cosa más...
- ¡Ah! ¿pero vivís juntos? (el amigo se quedó un poco descolocado...)
- ¡Todavía no, pero no tardaremos mucho!¡Je, je, je! ¿Verdad cariño?

Me debí quedar pálida porqué él empezó a decirme:

Tranquila, tranquila. Era una simple broma. ¡Ya tendremos tiempo de comentarlo con calma!

Sí, sí, una broma...¡Pues menuda broma! Ahora en frío, lo veo claro...¡tenía que haber salido corriendo en ese momento!
La cosa fue a más. Al cabo de un par de días, quedamos para cenar y me llevó a un italiano bastante mediocre, con el aire acondicionado a toda pastilla y con un servicio aún más mediocre si cabe. Vamos que de detallista el chico tiene más bien poco aunque sí buenas intenciones y unas ganas increíbles de tener novia formal.
Entre plato y plato y hablando de temas variados surgió el asunto de los viajes y las vacaciones...:

-Porqué a ti te gusta viajar ¿verdad?
- Sí claro, me encanta.
- Es que yo tengo un viaje pendiente que me gustaría hacer...Bueno, de hecho es un destino que me gustaría repetir porqué no pude completar el viaje...
- ¡¿Ah, sí?!¿Dónde?
- Costa Rica. Cariño, ¿si en verano seguimos juntos, podemos ir juntos, no?¡Te encantará!

Os lo digo en serio, hubiera pagado por verme la cara en ese momento. En menos de una semana, había comprado los billetes a Florencia, nos íbamos a vivir juntos y planeábamos las vacaciones del próximo verano en Costa Rica...¡¡¿¿De qué planeta es este tipo??!!
Entonces empecé con la táctica de...:

Bueno, no te precipites. Al fin y al cabo nos estamos conociendo. Y de aquí al verano todavía falta mucho...

Os aseguro que su cara sí que era de sorpresa ¡Como si hubiera dicho la tontería del siglo! Vamos, que se quedó algo descolocado con el comentario. A partir de ese momento empezó mi huida. No física porqué no salí corriendo a ninguna parte pero sí le di "esquinazo" a unos cuantos sms y llamadas. Y el caso es que lo pilló más rápido de lo previsto: entre un par más de comentarios míos de "Sinceramente, es mejor que te lo tomes con más calma. Nos tenemos que conocer más" y otro par de "No podemos vernos este fin de semana. Ya tenía planes", el hombre tiró la toalla y dejó de insistir.
Al cabo de unas semanas nos volvimos a encontrar aunque esta vez "como amigos" por supuesto (¡como si hubiéramos sido algo más en algún momento!) y hasta él mismo se reía de lo cómico y meteórico de sus planes. ¿Y qué mejor que poder seguir riendo juntos?